La serie fotográfica Miradas (2003-2004) la componen retratos de mujeres del entorno más cercano de la artista; un proyecto que, en sus propias palabras «se centra en la relación que se establece entre la persona fotografiada, la que fotografía y la cámara, para posteriormente interaccionar con el espectador». Una reflexión sobre uno de los temas más versátiles y presentes en la literatura y las artes de todos los tiempos: el paso del tiempo, el carácter efímero de la condición humana, atendiendo en este caso a la diversidad de edades de las mujeres retratadas. La desnudez entrevista, la ausencia de color, la cercanía a la cámara, la mirada franca hacia el espectador, así como el sosiego y la tranquilidad que transmiten estas mujeres son algunos de los rasgos que caracterizan esta serie. Se busca el despojamiento de todo artificio que distraiga del retrato interior.