Estudio sobre la monarquía es un proyecto de largo recorrido en el que Marta Pareja aborda el periodo  entre la muerte del dictador Francisco Franco y la subida al trono de Juan Carlos I. Actualmente se estructura en cinco aproximaciones.

 

La primera, Espectros, surge tras la revisión de la colección de sellos perteneciente a su padre. Atraída por la repetición incesante de la imagen de Franco y Juan Carlos I, siempre del mismo formato pero con tonos diferentes según su valor, decide reorganizarlos conformando un mural que remite al rango cromático del espectro de luz visible. De lejos la pieza es percibida de manera plácida, una mirada atenta detectará cómo de manera progresiva el dictador da paso al rey emérito en una metáfora de la Transición española.

 

Emperador parte de un hecho personal. Veinte días antes de la muerte de Franco, su abuelo se renueva el DNI. Allí donde debía señalar su profesión queda escrito Emperador. Un error tipográfico le otorgó un poder y un estatus inesperados totalmente contrapuesto a su oficio real: Empedrador. La artista desarrolla un acercamiento poético en el que se contraponen la historia institucional y la narración personal. La aproximación culmina acuñando una serie de monedas con la imagen de su abuelo. Solo al acercarnos a ellas nos llegará el olor inconfundible del chocolate con el que están hechas.

 

En las siguientes aproximaciones el monarca queda metafóricamente representado a través de la corona. En Banquete el objeto es esculpido en un trozo de jamón dulce para luego guillotinarlo, cortarlo en lonchas y repartirlo entre el público. El gesto remite a uno de los hechos icónicos de la Revolución francesa: la ejecución de Luis XVI.

 

Garrote vuelve a hacer alusión a una ejecución, en este caso la de Salvador Puig Antich a garrote vil. A través de algo tan inocente como un flipbook, accionado por el espectador, la autora elabora una animación donde el aro de acero que sujeta el cuello del condenado se transforma lentamente en una corona al girar la manivela.

 

Finalmente, Coronación es una propuesta lúdica que invita al público a coronarse siguiendo unas sencillas instrucciones. Se trata de ofrecer un espacio de empoderamiento a través de un gesto que a día de hoy sigue siendo exclusivo de la monarquía.

Intercambio epistolar propuesto por María García Ruiz a Isabel de Naverán, en forma de ensayo fílmico, que sugiere pensar con gestos, entre gestos o pensar como un gesto, que diría Marie Bardet.

 

Sabemos que los espacios, a través de sus disposiciones, disciplinan los cuerpos, los hacen moverse de una manera determinada, comportarse de una determinada forma. La arquitectura es, usualmente, la policía. Para la coreografía del poder es esencial el control del espacio. Pero como cualquier discurso, la arquitectura tiene también sus grietas. ¿Cuáles son los gestos disidentes que se cuelan en ese escenario? ¿Qué tipo de espacialidad producen? Entre el desplazamiento y la fijación de ciertas comunidades, ¿dónde encontrar el ritmo asincopado, el pulso de la vida que se resiste a ser completamente atrapada?, ¿dónde reside la poética de los cuerpos en movimiento?

 

Allure es un vocablo inglés que significa atracción o encanto. Sin una traducción exacta al castellano, en inglés conserva la raíz lure [cebo] y nos resuena en el término alusión, cuya raíz latina LUD contiene la idea de juego. Allure como mecánica de trabajo apela a esa capacidad de las cosas (las imágenes, pero también las imágenes mentales, los textos, los documentos…) de encandilarnos mediante la alusión a otras cosas que no están específicamente ahí. Es la poética del fuera de campo, tanto como la política del hacerse cuerpo en campos que no son propios, en el extranjero.

¿Qué llega a saber el Estado de nosotros? ¿Desde dónde ejerce su control?  Es evidente que el Estado utiliza mecanismos, más o menos reconocibles y con intenciones muy claras, para ejercer un control sobre la población, para evitar movimientos revolucionarios y para que haya una organización en la sociedad y esta no sea un caos. Una de las reflexiones que plantea este proyecto es repensar el espacio como forma de ejercer el poder. Según Foucault las estructuras administrativas creadas por el Estado tienen una función de panóptico sobre la ciudadanía. La Agencia Tributaria sería uno de esos mecanismos de uso cotidiano con que el aparato del Estado ejerce esa vigilancia y ese dominio. Foucault, y también Farocki en cierto modo, argumentan que nos hemos convertido en una sociedad disciplinada, donde se controla nuestro comportamiento mediante la vigilancia y se castigan las desviaciones de la conducta normal según el Estado.

 

Depositamos numerosa información personal en diferentes administraciones que tienen una conexión directa con el Estado. Pensamos que nuestros datos se depositan en un solo espacio, con un propósito específico, olvidando que terminarán recogidos en un mismo núcleo. Estos espacios se han vuelto familiares para nosotros y nos sentimos cómodos en ellos. Algunos de estos procedimientos se llevan a cabo en línea, añadiendo una opacidad aún mayor a estas funciones de control del Estado. Actualmente somos más conscientes de que a través de los espacios virtuales también se ejerce un control, y por eso me sitúo en otra perspectiva, buscando los espacios físicos más consensuados y que tarde o temprano se desvanecerán.

 

Firma, pretende profundizar en los aspectos más visibles e ignorados que conforman cotidianamente nuestras vidas. ¿Hasta qué punto estamos controlados por las estructuras administrativas del Estado? La cotidianidad con la que los frecuentamos ha naturalizado su función y la información que tienen de nosotros, pero ¿debería ser así? ¿Sabemos cuánta información gestiona el Estado respecto a nosotros? ¿Qué uso hace de estos datos?