Fotonoviembre 2021

A la lenta caída de la tarde es el título de un poema de Luis Feria que termina con este verso: «Destino de la luz, nunca te acabes». La belleza melancólica de su plegaria nos confronta con ese momento en el que todas las imágenes desaparecen, la llegada de la noche.

 

Pero ¿se puede acabar la luz? Hay una imagen muy presente en el relato científico y en las narrativas contemporáneas, dentro del repertorio Sci-fi, que lo encarna: un horizonte de sucesos es también una especie de momento crepuscular, como el de Luis Feria, pero de dimensiones cósmicas.

 

Todos sabemos más o menos lo que, supuestamente, es un horizonte de sucesos. Un borde, una zona límite, una frontera, un punto de no retorno: el destino final de la luz, y de toda información, materia, partícula o evento, antes de atravesar el umbral y convertirse en ese extraño cero que es un agujero negro. Arrastrar la luz impidiendo que se escape, atrapar la luz.

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